Más allá de su labores como voluntarios, los estudiantes que participan en CoMesa forman parte de un proyecto de solidaridad y amor al prójimo.
Por Edwin Johnson
Estudiante de Trabajo Social
Pastas, arroz, ensaladas y postres son solo algunos de los platos que he podido aprender a realizar en CoMesa. Desde que comencé mis estudios universitarios, en agosto del año pasado, trabajo como voluntario en el programa de la Pastoral Universitaria.
Al ser estudiante de primer año sentí interés en diferentes agrupaciones estudiantiles, pero decidí participar en la Asociación de Trabajo Social y CoMesa. Y es que, siento que mediante ellas puedo cumplir con mi deseo de ayudar a mis compañeros y aprender destrezas que me ayudarán en mis estudios de Trabajo Social.
En CoMesa hacemos de todo desde cooperar con las donaciones hasta cocinar uno de los platos más populares: arroz guisado.
Estamos al servicio de los demás, brindamos consejos, nos ayudamos los unos a los otros y somos parte de una gran familia. Aquí no trabajamos solo en un proyecto para alimentar, sino que colaboramos en un programa de amor.
Ha sido un año lleno de retos, pero participar de esta iniciativa me ha llenado como estudiante y más aún como ser humano.
Disfruto mucho tener contacto con la comunidad universitaria y ofrecer un servicio de excelencia. Me llena de mucha satisfacción poder ayudar a aquellas personas que en muchas ocasiones no pueden costear sus alimentos.
Participar como voluntario ha sido una experiencia inolvidable que recordaré toda la vida.
Si deseas participar del desarrollo de todos nosotros como sagradeños, te invitamos a participar de este proyecto.
