Su diagnóstico de perlesía cerebral no fue impedimento para culminar el bachillerato en Relaciones Públicas.
(Foto suministrada)
Por Liz Yanira Del Valle
Colaboradora
Nota: Este es el cuarto artículo de una serie especial dedicada a nuestra Clase Graduanda 2021.
Conversar con el candidato a graduación sagradeño Juan J. Barragán equivale a recibir dosis altas de alegría, luz y lección de vida.
Barragán, quien recibirá su diploma de bachillerato en Relaciones Públicas, emana felicidad por doquier y en buena parte la relaciona con su paso por Sagrado. Y no es para menos, pues este joven de 24 años se superó a nivel educativo, mejoró su autoestima y sentido de seguridad. Además, pudo lograr una recuperación física que marcó gran diferencia en su calidad de vida.
Lo académico
El delfín contó a InSagrado que en su Escuela Superior Dr. Juan José Osuna, especializada en producción de radio y televisión, no fue tan buen estudiante. “A mi padre le preocupaba lo anterior y ya es un asunto del pasado”, relató.
Según Barragán, gracias a su maestra de escuela superior, Susan González, se entusiasmó en realizar estudios universitarios.
“La maestra nos llevó en excursión para que conociéramos a Sagrado. Eso me ayudó muchísimo. Mi padre también había trabajado para la universidad, por lo que el campus no me era ajeno”, recordó.
Sin embargo, fue su participación en la Casa Abierta lo que lo llevó a definir sus planes de estudios.
“Indagué sobre la información que me ofrecieron de Relaciones Públicas. Me interesó el ingrediente de la estrategia en el campo de la comunicación. Tendré siempre un recuerdo muy especial de la calidad humana y profesional del profesor José Eligio Sanabria y de las profesoras Maritza Vega, María Madrid y Marisellie Ortiz”, detalló.
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Lo emocional
“Sagrado mejoró mi vida espiritual y emocional. Eso se lo debo a los consejeros profesionales, al Programa de Apoyo al Estudiante, y al exalumno y expresidente del Consejo de Estudiantes, José Carlos Sánchez Cintrón, quien me ayudó a concluir mis estudios gracias al Fondo de Becas de Sagrado. La Fundación Yo no me quito fue la que aportó a la beca que recibí”.
Juan J. Barragán
Graduando de Sagrado
Lo físico
El caminar de Barragán por Sagrado tiene un antes y un después. Antes habían muletas. En el después hay un Juan que anda con un “swing sabroso” -como él mismo lo dice- sin depender de muletas. Con picardía y buen sentido del humor, el sagradeño habló sobre su diagnóstico de perlesía cerebral.
De acuerdo con el graduando, su perlesía es de grado moderado, lo que le afecta la movilidad de sus piernas y rodillas, además de tener acortamiento en sus extremidades.
Cuenta que fue en el gimnasio de Sagrado donde conoció al sagradeño Luis Enrique Fernández, exalumno del programa de Ciencias del Ejercicio y Promoción de la Salud.
“Luis Enrique se interesó en ayudarme a alcanzar los pedales de la bicicleta estacionaria. Hicimos amistad. Se convirtió en un amigo; un hermano muy especial. Decidió realizar su práctica usando mi caso clínico y preparando un programa de rehabilitación física especial para mí. Fueron tres años de prácticas y entrenamiento justo en Sagrado. Al final, no necesité de las muletas. Reconozco también el aporte del profesor Reynaldo Soler”, expresó agradecido.
Ahora, Juan va pisando fuerte rumbo a recibir su diploma universitario e iniciar nuevos caminos: sus estudios de maestría en Relaciones Públicas y Comunicación Integrada justo en su alma máter.
“Mi tiempo en el bachillerato fue maravilloso. Reconozco que todo esto se da gracias al espíritu comunitario de nuestra universidad. Es un distintivo de la institución. Exhorto a toda su matrícula a buscar las ayudas que requieran en sus magníficos programas. Para cada situación hay una solución. Deben moverse a buscarla dentro del propio campus. Luego, aplicarse y disfrutar del momento”, exhortó este orgullo sagradeño.