En el marco del 155 aniversario de la fundadora de la Sociedad del Sagrado Corazón de Jesús, recordamos su misión y legado.
Por Liz Yanira Del Valle
Colaboradora
El lunes 25 de mayo se celebra una fiesta muy significativa para Sagrado. Es el día de Santa Magdalena Sofía Barat, fundadora de la Sociedad del Sagrado Corazón de Jesús.
«Su misión fue dar a conocer al mundo el amor del corazón de Jesús a través de la educación”, indicó Madeline Ortiz Rivera, directora del Centro Sofía de Sagrado, en este 155 aniversario de la santa nacida en Francia.
Ortiz Rivera agregó que “en medio de una situación como lo fue la Revolución Francesa, donde la gente estaba muy herida por toda esa violencia, Magdalena Sofía Barat, quien fue educada por su hermano Luis Barat, ya que en su rol de mujer no tenía acceso a la educación, fue una mujer visionaria. Imaginó que educando a la mujer podía transformar los valores de la familia y de la sociedad para de esta forma incidir en la transformación de la sociedad francesa de la época, una muy convulsa e injusta para muchos, por eso se dio el proceso revolucionario”.
Por su parte, Edwin Figueroa Narváez, gerente de proyectos de Centro Sofía, entiende que Magdalena Sofía “supo mirar hacia el horizonte y hacerse la pregunta de qué necesitaba la sociedad francesa para reconstruir su tejido social. No se quedó mirando la situación presente, sino que logró poner su mirada hacia el horizonte e hizo un plan a largo plazo de reconstrucción de país y de transformación social apostando por los niños, niñas, jóvenes y mujeres”.
Para Ortiz Rivera, también religiosa de la Sociedad del Sagrado Corazón, aquella mujer muy adelantada a su época veía la educación de forma integral.
“El plan de estudio que creó comprende todas las áreas de crecimiento del ser humano especialmente de la mujer, enfocado en la formación intelectual, emocional y artística”, detalló la teóloga y a su vez recalcó que para Magdalena Sofía Barat “la educación tenía que estar centrada en la persona, en todas sus dimensiones, ya que así es capaz de dar lo mejor de sí misma para los demás”.
Según la docente, es importante resaltar que la experiencia del amor legada por santa Magdalena Sofía no es una limitada al romanticismo, ya que “es algo concreto, por eso se traduce en un proyecto educativo”.
Magdalena Sofía en tiempos de pandemia
De acuerdo con Ortiz Rivera, ahora que enfrentamos al coronavirus es el momento idóneo para recordar que durante la pandemia del cólera en 1832, Magdalena Sofía pedía atender a los más vulnerables. Su congregación auxilió a miles de niños que quedaron huérfanos, brindándoles protección y educación gratuita.
“Hay que aprender de ella que bajo estas tempestades el corazón debe moverse hacia lo más vulnerable. Todos tenemos la capacidad para hacernos responsables del momento y acoger al más afectado”, añadió la religiosa.
Mientras, Figueroa Narváez citó una frase de la santa como clave inspiradora frente a este tiempo particular: “Por el alma de una sola niña hubiera valido todo fundar la Sociedad del Sagrado Corazón de Jesús”.
“En estos momentos de pandemia, donde las estadísticas se vuelven tan comunes, caemos en la tentación de perder los rostros y las historias que están detrás de las mismas”, opinó el teólogo.
A su vez, enfatizó que la Universidad del Sagrado Corazón creó el Centro Sofía, precisamente en honor a Magdalena Sofía, cuyo segundo nombre significa «sabiduría».
“Magdalena Sofía nos recuerda que volvamos a nuestra sabiduría pura, que es el amor a todo ser humano, a toda la creación y el deseo de vivir en armonía con todo lo creado”, dijo Figueroa Narváez.
A su muerte acaecida el 25 de mayo de 1865 en Francia, Sofía Barat había fundado 74 escuelas gratuitas.