Belinda Moné Frontera, Eddie Rivera Cintrón y Arturo Figueroa Miranda culminan su trayectoria académica tras décadas de servicio a la Universidad del Sagrado Corazón

Por: Comunicación Institucional
La Universidad del Sagrado Corazón reconoce este año la trayectoria y aportación de Belinda Moné Frontera, Eddie Rivera Cintrón y Arturo Figueroa Miranda, profesores de la Escuela de Negocios que culminan su carrera académica tras décadas de servicio, docencia y compromiso institucional. A lo largo de sus años en Sagrado, los tres docentes contribuyeron de manera significativa al desarrollo académico de la Universidad, combinando la excelencia disciplinaria con una profunda vocación formativa y humana, que dejó huella tanto en generaciones de estudiantes como en colegas y equipos de trabajo.

Belinda Moné Frontera, catedrática asociada en las áreas de sistemas de información, contabilidad y gerencia, mantuvo una relación con Sagrado que inició en 1986 y evolucionó a lo largo de casi cuatro décadas. Su trayectoria se distinguió por la integración de la tecnología, la contabilidad y la gestión estratégica en la enseñanza, así como por su liderazgo académico, particularmente como coordinadora de los programas de maestría en Administración de Empresas. Fue pieza clave en procesos de internacionalización, innovación pedagógica y fortalecimiento del uso de plataformas educativas. Más allá de sus logros académicos, Belinda es recordada por su cercanía humana, su sentido del humor y su capacidad de crear comunidad dentro y fuera del salón de clases.
Quienes compartieron con Belinda destacan su capacidad para crear ambientes de trabajo cercanos y solidarios, siempre acompañados de humor, música y conversaciones que fortalecían la comunidad académica. Su generosidad cotidiana, desde compartir los aguacates de su patio hasta abrir espacios de encuentro fuera del aula, la convirtió en una presencia entrañable para colegas y estudiantes. Su legado trasciende lo académico y permanece en la calidez humana con la que supo acompañar a otros.

Por su parte, Eddie Rivera Cintrón, catedrático auxiliar en economía, gerencia y desarrollo empresarial, culmina una trayectoria de 36 años en la institución. Desde su llegada a Sagrado a finales de la década de 1980, se destacó como educador riguroso, consultor experimentado y promotor de iniciativas académicas innovadoras. Su aportación incluyó la participación activa en comités institucionales, procesos de planificación estratégica, desarrollo curricular y proyectos dirigidos a fortalecer el aprovechamiento académico de los estudiantes. Reconocido por su estilo amable, su capacidad analítica y su constante disposición a colaborar, Eddie deja un legado marcado por el pensamiento crítico, la exigencia formativa y un genuino compromiso con el aprendizaje significativo.
Colegas y estudiantes coinciden en describir a Eddie como un educador exigente y profundamente humano, con una capacidad singular para escuchar, orientar y retar intelectualmente. Su estilo jocoso, sus dinámicas creativas y su dominio de múltiples disciplinas marcaron generaciones de estudiantes que recuerdan sus cursos como espacios de crecimiento y transformación. Más allá del rigor académico, Eddie deja una huella de compañerismo, curiosidad intelectual y compromiso genuino con el aprendizaje.

Arturo Figueroa Miranda, catedrático asociado en finanzas y estadística, inició su labor docente en Sagrado en 1987 y combinó la enseñanza con importantes funciones administrativas a lo largo de su carrera. Fue director del Departamento de Administración de Empresas en múltiples ocasiones, decano asociado y vicepresidente en áreas clave relacionadas con asuntos académicos, avalúo y calidad institucional. Su aportación fue fundamental en procesos de reacreditación, evaluación curricular y fortalecimiento de la gestión académica. Como profesor, se distinguió por su rigor, claridad conceptual y cercanía con los estudiantes, así como por su estilo directo y su atención al detalle, cualidades que marcaron su liderazgo y su práctica docente.
Reconocido por su estilo directo y su rigor institucional, Arturo fue también un profesor cercano, siempre rodeado de estudiantes frente a su oficina y atento a sus inquietudes académicas y personales. Su mirada crítica, su atención al detalle y su sentido práctico definieron su liderazgo, mientras que sus gestos cotidianos, desde compartir anécdotas personales hasta anticiparse a las necesidades de aprendizaje, revelaron su profundo compromiso humano. Su huella permanece tanto en los procesos que fortaleció como en las relaciones que cultivó.
Con el retiro de Belinda Moné Frontera, Eddie Rivera Cintrón y Arturo Figueroa Miranda, la Universidad del Sagrado Corazón cierra una etapa significativa en la historia de su Escuela de Negocios. Su legado permanece en los programas que ayudaron a construir, en las prácticas académicas que fortalecieron y, sobre todo, en las personas que formaron a lo largo de su trayectoria. La comunidad universitaria les agradece profundamente su dedicación, su servicio y la huella imborrable que dejan en Sagrado.