El 20 aniversario del Centro de Vinculación Comunitaria celebra la misión solidaria de uno de los proyectos más emblemáticos de la Universidad.
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El camino para transformar el país requiere ciudadanos comprometidos en conocer, proponer y actuar ante los diversos retos que enfrenta la sociedad. Por eso, el Centro de Vinculación Comunitaria por 20 años ha fortalecido en el estudiantado procesos de aprendizaje solidario con las comunidades y entidades a través del desarrollo de proyectos de impacto social, económico y cultural.
El Centro de Vinculación Comunitaria se estableció en el 1998 como resultado de los cambios medulares en las estrategias de enseñanzas que incorporó Sagrado al adoptar la filosofía y metodología de aprendizaje-servicio en el currículo académico. El Centro dio forma al proyecto Aprendizaje-Servicio que lanzó sus pininos en el 1994. Desde entonces, se ha integrado en el desarrollo académico de los estudiantes a través de las diferentes disciplinas.
La Profa. Carmen Chazulle Rivera, directora del Centro, resaltó la integración de los estudiantes desde sus áreas de estudio y cómo estos aportan a la construcción de proyectos de servicio de gran beneficio para las comunidades.
“Los estudiantes tienen sensaciones diversas al enfrentarse a la experiencia de proponer soluciones desde su disciplina. Desde su visión, más fresca y genuina van elaborando sus ideas tomando en cuenta las necesidades de entidades y sectores; y en ese proceso, van desarrollando pensamiento crítico, toma de acción y compromiso social que los hace diferentes”, explicó la profesora Chazulle Rivera.
El Centro les ofrece a los estudiantes experiencias que les permiten pensar diferente, reimaginar y crear soluciones en equipo sobre las diversas necesidades que enfrentan las comunidades y entidades. Además les presenta una realidad que a menudo es muy diferente a la que viven en el salón de clases.
“El haber creado un documental para la comunidad de Playita, me sirvió grandemente en mi formación profesional. A diferencia de cualquier otro proyecto de clase o producción, el documental se convirtió en algo que requería más esfuerzo y disposición de parte de cada uno de nosotros. Lo más que valoré de esta experiencia fue lo aprendido y vivido en la comunidad”, afirmó Dayra Ferrera Rodríguez, estudiante del segundo semestre 2017-2018 del curso de Cine Documental.
En sus dos décadas de historia, más de 61,060 horas de servicio han contribuido a la solución de problemas y al fortalecimiento del crecimiento comunitario y organizacional. Además, se han desarrollado, junto con el apoyo de la facultad, sobre 837 proyectos comunitarios que impactan diariamente la vida de las personas.
“Llevo diez años como profesora de cursos vinculados y la experiencia ha sido sumamente gratificante. He aprendido muchísimo con cada uno de los proyectos y con el intercambio de conocimiento entre estudiantes, comunidad y el Centro de Vinculación Comunitaria”, expresó la Profa. María Teresa Previdi del curso de cine documental.
Entre las aportaciones más significativas a través de los estudiantes y facultad de cursos vinculados se encuentra las iniciativas para impulsar el dragado del Caño y el fortalecimiento organizacional de las empresas comunitarias del Proyecto Enlace Martín Peña.
También se destaca el desarrollo estructural y de empresas sociales para Vitrina Solidaria; proyectos de promoción de la salud e investigación en conductas de alto riesgo para HealthproMed e investigación en el área de educación y apoyo empresarial comunitario para la Compañía para el Desarrollo de la Península de Cantera.
Celebramos las importantes contribuciones que han hecho del Centro un proyecto determinante en el desarrollo personal y profesional de los estudiantes, y en el fortalecimiento de las comunidades. ¡Enhorabuena!