El Centro para el Desarrollo del Voluntariado celebra la destacada labor de los estudiantes de St.John’s University.
Por Marla Figueroa Ramos
Comunicaciones Integradas
Una de las lecciones más significativas que hemos aprendido como puertorriqueños durante los últimos meses es la importancia de crear puentes y vínculos que permitan continuar ayudando a las personas y comunidades del país.
Con eso en mente y por segundo año consecutivo, Sagrado contó con la participación de los integrantes del programa de becas Ozanam Scholars de la universidad de St. John’s. Esta afiliación surgió por medio de la oficina del Centro para el Desarrollo del Voluntariado (CDV), la cual brinda apoyo y guías necesarias a los estudiantes para expandir sus destrezas de servicio.
La visita tuvo como coordinadora a la sagradeña Angélica Rubí, estudiante de Relaciones Públicas, quien se encargó de todos los elementos necesarios antes, durante y después de que finalizara la participación de los jóvenes.
“Trabajar con la universidad de St. John’s fue increíble. El período de preparación para su llegada fue muy enriquecedor porque aprendí mucho de los procesos. Además, pude trabajar como enlace con un grupo de estudiantes de buen corazón y comprometidos con el servicio”, expresó Rubí.
Dentro de sus actividades, los jóvenes realizaron labor comunitaria alrededor de la isla en diferentes organizaciones sin fines de lucro. Entre estas se encuentra TECHO, la cual se enfoca en la construcción de hogares de familias que han sufrido una crisis.
A través de esta entidad asistieron en la construcción de viviendas en el Pueblo de Toa Alta. También, ayudaron en el Banco de Alimentos de Bayamón y participaron de la actividad de “prerronderos” de la organización Iniciativa Comunitaria en Hato Rey.
Durante el cierre de su visita, moderado por la directora del CDV, Doris Báez, los alumnos contaron sus vivencias y dejaron saber la satisfacción que sintieron al poder ayudar a los demás.
“Estar en Puerto Rico ha sido una experiencia muy gratificante. Los recorridos por las diferentes partes de la isla nos permitieron ver los diferentes problemas que enfrenta el país”, expresó ante los presentes la estudiante voluntaria Colleen Macroux.
Asimismo durante la reunión, Rebeka Humbrecht destacó que pudo apreciar la fortaleza del pueblo puertorriqueño y que incluso en los momentos más difíciles las personas se ayudan mutuamente para seguir adelante.
“Fuimos testigos de la resiliencia de las personas y cómo comenzar de nuevo. Estamos muy contentos de ser parte de las cosas positivas que han surgido de esta situación tan difícil”, comentó por su parte Humbrecht.
Luego de contar sus experiencias y aprendizajes los jóvenes disfrutaron de un compartir que incluyó una interesante clase de salsa a cargo de Angélica Rubí. La alianza con St. John’s University demuestra nuevamente el compromiso de la comunidad sagradeña para continuar creando alianzas que fomenten la construcción de una sociedad más solidaria.