Miembros del Equipo Itinerante de la Amazonía participaron de un conversatorio referente a la fe y culturas originarias del Amazonas, organizado por el Centro de Pastoral Universitaria de Sagrado.
Por Liz Yanira Del Valle
Colaboradora
“¿Vivimos en una época de cambios o en un profundo cambio de época? ¿Qué tienen las comunidades indígenas que nos falta a nosotros? ¿Por qué somos como veletas ante el sistema? ¿De qué lado te vas a poner; de los que van a exprimirlo todo o de los que construirán un paradigma diferente?”
Estas fueron algunas de las interrogantes planteadas por el jesuita Fernando López y Marita Bosch, miembros del Equipo Itinerante de la Amazonía e invitados del Centro de Pastoral Universitaria, durante el Diálogo Internacional sobre fe y culturas originarias del Amazonas.
Descalzos, relajados y rodeados de algunas artesanías indígenas, ambos conversaron con la audiencia sagradeña que de entrada recibió dulces confeccionados por indígenas del Amazonas.
Cambio de paradigma
“El modelo de desarrollo actual no da más. Los sistemas, tanto políticos como económicos, no funcionan. No es la primera vez que la humanidad pasa por un proceso de deconstrucción para una nueva construcción de época, pero resulta que es a ustedes -los jóvenes- los que les toca parir ese nuevo paradigma. Es una responsabilidad histórica generacional”, expresó el sacerdote, quien lleva 21 años conviviendo y laborando con las comunidades indígenas del Amazonas.
Para el sacerdote es imperativo el cambio en la educación. Da fe de que los indígenas tienen un buen vivir comunitario, pues sus relaciones se conectan entre un todo.
“Este sistema ha producido una educación que mercantiliza y materializa todo. Elimina la dimensión amorosa entre las relaciones de vida. Es de visión antropocéntrica, donde se nos dice que somos dueños y señores de lo que no nos pertenece. Debería existir una educación cooperativa, no competitiva como la que tenemos ahora”.
Fernando López, jesuita
En el Amazonas
“Estamos siempre al filo de la navaja. Parte de nuestra misión es ayudar a demarcar la tierra indígena a ser reconocida ante el gobierno”, explicó López, canario de la Isla de Palma, quien además resumió cómo llegó al sacerdocio y al Amazonas.
Entre mapas y videos, el religioso acercó a los presentes a la realidad de las comunidades indígenas del Amazonas.
“Donde hay verde es porque hay una zona indígena marcada. Donde está blanco es señal de que hay un agronegocio desarrollado que deforesta la selva y genera agroexplotación”, señaló.
Por su parte, Marita Bosch -una puertorriqueña que lleva cuatro años de misionera entre estas poblaciones- afirmó que los indígenas son los defensores del equilibrio sistémico de la Tierra. Sin embargo, son asesinados por ello.
Para los conferenciantes, la destrucción de la Amazonía significa el desequilibrio del planeta.
“Las selvas tropicales son órganos vitales del planeta. Son cuna de vida. Un 70% de los organismos de la Tierra se concentran ahí” , agregó López, quien presentó un video real sobre un ataque a una de estas comunidades por parte de varios pistoleros pagados por un arrocero.
A juicio del jesuita, todas las las cosas importantes en la vida “son un misterio y hay tres actitudes frente a este: se acoge, cuida y comparte. Lo que gratis se ha recibido, se tiene que dar”.
“Ojalá se lleven hoy la semilla del Amazonía en el corazón. Que no se rompa el equilibrio. Que el dolor de los otros nos duela”, exclamó a la vez que Bosch regaló sortijas hechas por los indígenas para que al ponérselas recordaran siempre estas reflexiones.
El diálogo concluyó con un círculo danzante entre todos los participantes. A la actividad asistieron los sagradeños del curso «Jesús y su mensaje», impartido por el Dr. Juan Antonio Acevedo Nieves, entre otros interesados.