Lee la columna de opinión de Dennis Román, nuestro decano del Departamento de Administración de Empresas.
Por Dennis Román-Roa
Decano del Departamento de Administración de Empresas
Como sociedad tenemos el desafío de preparar el talento para el desarrollo económico y social que conlleva un mundo en constante evolución. Los avances tecnológicos, cambios demográficos y nuevas formas de trabajar demandan una generación de profesionales con habilidades y competencias adaptadas que permitan superar los desafíos del futuro. Para cumplir con este objetivo, los que desarrollamos talentos debemos repensar enfoques y adaptar programas, metodologías y sistemas a una nueva realidad. Este debe ser un trabajo que apoye esfuerzos de desarrollo de plan de país que nuestra Isla persiga. Cómo abordar este objetivo, es aún materia de debate.
¿Deben ajustarse las instituciones educativas a los intereses particulares de la nueva cepa de talentos o el énfasis debe ser lo que el País necesita para su desarrollo? Esta nueva generación trabaja mientras estudia, y procura opciones flexibles y rápidas a sus necesidades educativas. ¿Será eso lo correcto? Posiblemente la respuesta está en algún punto que, en muchos casos, está aún sin precisar. Sin dudas, parecería que estamos procurando desarrollar talento para un mundo futuro que aún desconocemos. Un panorama laboral y empresarial en donde se anticipa que muchas categorías de empleos y oficios podrían desaparecer por el desarrollo acelerado de ciertas tecnologías.
Afortunadamente, algunas cosas hemos aprendido que nos pueden servir de guía y cuentan con suficiente evidencia para no pasarlas por alto. En primer lugar, los centros de enseñanza no deben ignorar el desarrollo de habilidades y competencias específicas de gran importancia para el progreso de sociedades de avanzada. Estas habilidades incluyen: la capacidad de resolver problemas, pensamiento crítico, habilidades de comunicación, trabajo en equipo, adaptabilidad, aprendizaje continuo, creatividad, liderazgo y competencia digital. El mundo del trabajo del futuro requerirá profesionales capaces de navegar entre diferentes disciplinas y campos de conocimiento. Por lo tanto, el desarrollo de talentos debe fomentar, además de las destrezas blandas, el crecimiento profesional multidisciplinario que promueva la colaboración entre diferentes áreas y disciplinas. De esta manera se pueden integrar variedad de saberes en nuevos emprendimientos y soluciones a desafíos que aún no logramos definir.
El rol de la tecnología es fundamental en el futuro del trabajo y de nuestras sociedades, por lo que es esencial que se incorporen el uso de herramientas y tecnologías emergentes. Todo centro de enseñanza debe fomentar la alfabetización digital y enseñar a los estudiantes cómo utilizar las tecnologías de manera ética y responsable, independientemente del área de estudios. Para preparar a los estudiantes para un futuro laboral incierto, los centros de enseñanza deben ofrecer programas académicos y opciones de aprendizaje flexibles. La flexibilidad en la oferta educativa permitirá a los estudiantes adaptarse a las cambiantes demandas del mercado laboral y desarrollar habilidades relevantes para su vida, son tiempos de aprendizaje continuo.
Mucha evidencia se acumula en relación con el emprendimiento y la innovación. Cada vez más, se confirma que serán aspectos claves en el futuro desarrollo económico, por lo que se deben continuar fomentando entre estudiantes. Cómo conectar la teoría y práctica debe estar en el centro de las agendas educativas para ampliar el impacto de lo aprendido. Se necesitará mantener relaciones estrechas con empleadores y exalumnos para estar al tanto de las tendencias del mercado y garantizar que sus programas académicos se ajusten a las necesidades del desarrollo de manera más rápida. Ante esto, el ecosistema de trabajo y emprendimiento debe ser inclusivo y equitativo para que todos tengan igualdad de oportunidades. Igualmente, debemos fomentar la ética y responsabilidad social, pues el futuro laboral requerirá profesionales comprometidos con el bienestar de la sociedad y el planeta.
Nuestros centros educativos, sin dudas, enfrentan retos como nunca. Quienes trabajan con la educación tienen un papel fundamental en la preparación de la fuerza laboral del futuro y en nuestra formación integral como seres humanos. No se trata de una disciplina sobre otra. Para enfrentar este desafío, debemos examinar la evidencia y establecer prioridades. Todo esto llama a adaptar programas académicos y métodos de enseñanza, fomentar habilidades y competencias apropiadas a estos tiempos. Actuando ahora, contribuiremos al desarrollo de ciudadanos altamente cualificados, adaptables, nunca obsoletos, capaces de enfrentar nuevos desafíos y comprometidos con el bienestar económico y social de nuestra patria y el mundo.
Conoce al autor
El doctor Dennis Román-Roa es el decano del Departamento de Administración de Empresas de nuestra Universidad del Sagrado Corazón, en Santurce; posee un doctorado en Desarrollo Empresarial y Gerencia y Juris Doctor. Además de una maestría en Administración de Empresas y un bachillerato en Ingeniería Química.
En nuestro Departamento de Administración de Empresas se desarrollan profesionales capacitados(as) para hacer la diferencia en el mundo empresarial, conócelo en: www.sagrado.edu/administracion-de-empresas/.