Giovan Cordero y su mucho mucho amor a la fotografía | inSagrado

Giovan Cordero y su mucho mucho amor a la fotografía

El fotógrafo que aparece en el recién estrenado documental de Walter Mercado es sagradeño.

Giovan Cordero junto a Walter Mercado. (Foto suministrada)

Por Liz Yanira Del Valle
Colaboradora

No es Lin-Manuel Miranda ni Eugenio Derbez. Es el exalumno sagradeño Giovan Cordero, quien también compartió escena con el protagonista del recién estrenado documentalMucho Mucho Amor: La leyenda de Walter Mercado”.

Tampoco es actor. Cordero, egresado hace diez años de la Escuela de Comunicación Ferrٞé Rangel, vive feliz para la fotografía. Ahora, sin planificarlo pero por mérito propio participó en el filme transmitido en Netflix.

Su parte en la pieza quedó impregnada en un aura de contrastes: una figura joven, ágil, en pie, pura energía en movimiento trabajando frente a la celebridad de la astrología que posa para su lente sentada, con gestos pausados; exhibiendo la fragilidad natural del pasar del tiempo sin renunciar a la pomposidad de los ajuares que por siempre le distinguieron.

Cordero, destacado fotógrafo freelance del ambiente publicitario y de relaciones públicas, nunca imaginó que tendría este encuentro, mucho menos que el mismo se diera en un documental.

“La casa productora del documental buscaba un estudio fotográfico para la escena. Fue así como me contactaron. A su vez, se interesaron en mi trabajo, por lo que agraciadamente decidieron contratarme”, declaró en entrevista exclusiva con InSagrado.

El joven profesional cuenta que dicha oportunidad surgió aun cuando no había concluido la construcción de su estudio dentro de una propiedad que compró en la calle Las Flores, cerca de Sagrado.

Para Cordero, esta sesión fotográfica de seis horas de producción y quince cambios de ajuares es una histórica.

“Me parece que fueron las últimas fotografías profesionales que se tomaron de Walter. Esto fue en mayo del 2019 y él falleció en noviembre de ese mismo año”, agregó.

De paso, comentó que algunas de esas imágenes fueron exhibidas en el Museo de la Historia de Miami, donde se le rindió homenaje a la destacada figura de la televisión.

A nivel personal, Cordero quedó impresionado con la potencia y versatilidad de las expresiones faciales de Walter. También con su dulzura, amabilidad y don de palabra.

“Imagínate, él es una figura de la televisión y de nuestra cultura pop icónica, única, controversial, de vanguardia, pues rompió esquemas. Aún si se coincidía o no con sus creencias, la teleaudiencia le mostró apoyo. Al menos, en el televisor de mi abuela, Walter tenía luz verde”, dijo.  

Y luz verde también parece tener el correo electrónico y el celular de Cordero, ya que desde que salió el documental no paran de contactarlo bien sea para felicitarle, solicitarle las fotos de Walter o enviarle ofertas de trabajo fuera de la isla. Por lo pronto, reconociendo las incertidumbres del presente debido a la pandemia, no piensa emigrar.

Digamos que es el momentazo de Cordero y lo disfrutará en su terruño. De hecho, le llegó de forma orgánica, similar a su encuentro con la fotografía.

Según explica, sus inicios como estudiante universitario no fueron en línea recta, ni muy estables que digamos, pero asegura que todo lo aprendido no fue en vano.

“Opté por seguir la tradición familiar estudiando ingeniería mecánica. No me sentí a gusto y me cambié a pre veterinaria, luego a biología. Fui buen estudiante, pero estaba desorientado. Llegué a trabajar con un veterinario y compré una buena cámara fotográfica para tener un pasatiempo. Me gustó mucho, pero no lo veía como para dedicarme a ello. Luego, terminé asistiendo a un fotógrafo. Seguí adentrándome en ese campo laboral hasta que conocí en la calle al fotográfo Edwin David Cordero”, recordó.

Este colega y profesor sagradeño fue clave en la vida profesional de Cordero.

“Me orientó e incentivó a que hicera una carrera en fotografía. Hice mis evaluaciones y opté por Sagrado, donde tomé clases con él y hasta me convertí en su asistente. Siempre digo que el 50% de lo que aprendí se lo debo a Edwin David Cordero y a la Universidad, la cual tiene una facultad e instalaciones de primera”, resaltó.

A su vez, dejó saber que el resto de las lecciones están en “la práctica del día a día, la calle, en la equivocación a perfeccionar, las relaciones profesionales, el interés, sacrificio y deseos genuinos de estar entre los mejores”, enfatizó este sagradeño amante al mar y los deportes acuáticos.  

Para Cordero, la motivación que recibió de sus profesores fue determinante para trazar su camino.

“Finalmente encontré lo que me hizo feliz. Soy feliz y laboro como decía Walter: ‘con mucho, mucho amor’”, concluyó.

Scroll al inicio
Ir al contenido