La pandemia vivida por Luis Ángel Sánchez | inSagrado

La pandemia vivida por Luis Ángel Sánchez

Una participante de nuestro Campamento de Verano en Periodismo entrevista al hombre de Caguas que perdió a su padre y a su hijo debido al COVID-19.

Luis Ángel Sánchez (de pie a la derecha) junto a su hijo, Joshua Sánchez, y su padre, Pedro Sánchez. (Foto suministrada)

Por Victoria María Silva Cotto
Participante del Campamento de Verano en Periodismo

*Nota: Este es el primero de tres artículos que fueron seleccionados como los mejores trabajos de los participantes de la tercera edición del Campamento de Verano en Periodismo, ofrecido por GFR Media y la Escuela de Comunicación Ferré Rangel. Todas las historias presentan las experiencias de ciudadanos a quienes el coronavirus les trastocó la vida significativamente.

Luis Ángel Sánchez perdió a su papá y a su hijo debido al COVID-19. El hombre de 52 años, vecino de Caguas, exigió en dos ocasiones que le hicieran la prueba del coronavirus a su hijo y el personal del hospital se negó. Alegaron que el joven de 29 años solo iba del trabajo a su casa y no presentaba síntomas relacionados a la enfermedad.

Según narró Luis Ángel, se sospechó que Joshua Sánchez contrajo el COVID-19 de algún cliente en su lugar de empleo. El joven trabajaba como mecánico de autos. Nunca se identificó quién pudo haber estado en contacto con él, que haya tenido el coronavirus, por lo que creyeron que fue una persona asintomática la que lo contagió.

Luis Ángel Sánchez y su hijo, Joshua Sánchez. (Foto suministrada)

El primer síntoma que Joshua presentó fue un tipo de conjuntivitis o infección de los ojos. Y, como fue en un momento tan prematuro, donde se conocía tan poco del virus, no lo relacionaron. Lo trataron como una infección de los ojos regular y lo mandaron a casa”, recordó Luis Ángel, quien comenzó a cuidarlo en su residencia.

El hombre también cuidaba en el hogar a su padre, Pedro Sánchez, de 80 años y paciente de Alzheimer.

Pedro Sánchez. (Foto suministrada)

Luego, el panorama se complicó. Joshua contagió a todo el núcleo familiar, incluyendo a su hija de tan solo 5 años. 

“No nos podemos explicar cómo él, una persona saludable y fuerte, de tan solo 29 años, cayó y nunca se pudo recuperar. Nosotros, aquí en casa, la mayoría dimos positivo al coronavirus. Solo uno de sus hermanos no dio positivo”, expresó Luis Ángel.     

En el caso de su padre, dijo que el anciano estaba fuerte a pesar de su edad avanzada.

“La primera sospecha de coronavirus en mi papá fue cuando se asfixió de camino del cuarto al baño, algo que no era normal en el momento. Ahí fue cuando dije: ‘algo anda mal’”, mencionó. 

La enfermedad avanzó y tuvo que llevar tanto a su hijo como a su padre al hospital en marzo. Esa fue la última vez que los vio con vida. Posteriormente, los pudo ver por una vitrina, antes de que cremaran sus cuerpos.

Previo al fallecimiento de su hijo, Luis Ángel llamaba todos los días al hospital. Eso era lo más que podía hacer. En dichas llamadas se le informaba sobre posibles procedimientos a realizar a Joshua y este les decía que hicieran todo lo que estuviese en sus manos para poder salvarle la vida al joven.

Durante su tiempo en la unidad de cuidado intensivo, Joshua presentó mejoras en su condición médica. Sin embargo, fallas en el ventilador afectaron su desarrollo y se volvió a deteriorar. Tan solo dos semanas después, Joshua falleció.

“Cuando uno va a la guerra, usualmente, conoce al enemigo. Pero, en esta situación no. Con el coronavirus, tu enemigo puede ser hasta lo que más quieres. ¿Cómo uno se cuida de la persona que más quiere?”, cuestionó Luis Ángel, quien al ser veterano compara la pandemia con el escenario de un conflicto bélico.  

Finalmente, el hombre aprovechó esta entrevista para aconsejar a la generación más joven: “No se trata de no hacer las cosas, se trata de hacerlas tomando las medidas de precaución correctas”. Pues, la juventud no está exenta de contagiarse y que se complique su salud a raíz del coronavirus.

La autora: 

Victoria María Silva Cotto
17 años

“Quiero ser periodista porque desde pequeña ha sido un sueño ser reportera o editora. Siempre he admirado a los periodistas por su arduo trabajo y gran esfuerzo que hacen para mantener al pueblo siempre informado. Por eso quiero estudiar periodismo, para ser parte del equipo de héroes que nos informan sobre lo que sucede a nivel local y mundial”.

Victoria María Silva Cotto
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