El evento de vacunación contó con la colaboración de la coalición multisectorial VOCES y el Programa de Enfermería sagradeño.
Por Liz Yanira Del Valle
Colaboradora
En un ambiente de esperanza y fe, el personal docente y administrativo de Sagrado fue vacunado recientemente contra el COVID-19, gracias al apoyo de la coalición multisectorial VOCES.
El evento de vacunación realizado en el Centro Cultural Yolanda Guerrero, en Guaynabo, contó con la colaboración profesional de cinco profesores del Programa de Enfermería sagradeño, 25 de sus estudiantes de cuarto año, dos técnicos de simulación clínica y el personal de VOCES. Además, un equipo multidisciplinario de la administración sagradeña se integró para implantar la logística de la actividad logrando que todo corriera en orden, siguiendo el protocolo de rigor y sin contratiempos.
“Este es un primer esfuerzo de vacunación de parte de Sagrado en apoyo a su propia comunidad. Digamos, un ensayo donde se destaca el servicio de nuestro Programa de Enfermería. Sería la fase A, ya que vamos encaminados a la fase B, donde deseamos abrir un Centro de Vacunación comunitario en Sagrado”, explicó el presidente de la universidad, licenciado Gilberto Marxuach, mientras esperaba en turno por su vacunación.
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Por su parte, la profesora de Enfermería y consejera de la Asociación de Estudiantes de Enfermería, Vanessa Díaz Santana, destacó que este evento es parte de la misión de justicia social promulgada por Sagrado. “A su vez es un ejercicio de prevención primaria, en este caso contra el COVID-19”, reforzó la educadora mientras trabajaba en el área de vacunación.
En una de las mesas donde inyectaban la vacuna, Fabián Adames Cruz, estudiante de Enfermería, dijo sentirse orgulloso de poner en práctica lo aprendido para beneficio de su propia comunidad universitaria. “Es un sentido de patria y de excelencia en los valores que Sagrado ejerce y nos da la oportunidad de mostrar nuestra vocación de servicio”, manifestó el joven mientras se preparaba para aplicar la primera dosis de la vacuna a uno de los 225 empleados participantes.
Mientras tanto, en el área de espera post vacunación, Cristina Tossas, asistente administrativa de Instalación, Conservación y Servicios aguardaba a ser dada de alta con mucho agradecimiento a esta iniciativa. “Esto nos ayudó a educarnos en el área de salud. Poco a poco hemos perdido los miedos (a la vacuna). Es un gran paso para nuestra población. Siempre se es estudiante de la vida. La pandemia nos ayudó a aprender y cambiar. Debemos empoderarnos en los temas de salubridad”, comentó Tossas.
Por otro lado, para la profesora de Sagrado, Marisel Surillo Luna, esta fue una “gran oportunidad”, pues explicó que ella no pertenece a los grupos de riesgos por condición de salud previa ni tampoco a los de alto riesgo por edad. “Si no fuese por esta iniciativa tendría que seguir en lista de espera”, indicó Surillo Luna al ingresar al proceso que culminó pasado el mediodía.
En esta actividad, no faltó la presencia de la mascota Delfy, quien se asomó con su alegría habitual para apoyar a la comunidad sagradeña. Nadie mejor que él para servir de antídoto contra cualquier resquicio de tensión o estrés.