El pontífice se enfocó en la inmigración y el repudio a la violencia.
Por Liz Yanira Del Valle
Colaboradora
La inmigración fue el tema principal de Construyendo puentes norte-sur, encuentro sinodal entre el papa Francisco y universitarios de América del Norte, Central y del Sur, donde estudiantes de la Universidad del Sagrado Corazón se unieron virtualmente.
El evento agrupó 21 países, 158 universidades y 130 estudiantes convocados por Centro Hank, Pontificia Comisión para América Latina y la Universidad Loyola en Chicago.
«Construir puentes en vez de levantar muros es una misión muy importante. No dejéis a nadie atrás, excluido. La vocación del cristiano es construir puentes», dijo el pontífice. Al tiempo que reiteró su preocupación por los migrantes, a quienes se deben «recibir, acompañar e integrar».
“Somos hijos de inmigrantes. Yo soy hijo de inmigrante, mi padre a sus 22 años emigró de Piamonte, en Italia, a la Argentina”, agregó el líder religioso.
Francisco convidó a madurar vía tres lenguajes: de la cabeza, del corazón y de la mano en pro de la inmigración y otras causas, sin miedo. Y escuchó las ideas de los participantes, por ejemplo: creación de políticas públicas y el desestigmatizar a los inmigrantes.
Por otro lado, el papa entiende que las nuevas generaciones tienen la capacidad de lograr el repudio a la violencia.
“La violencia destruye la armonía de la creación. Ustedes (los jóvenes) tienen que llevar el discurso de la ‘no violencia’. La ‘no violencia’ tiene la fuerza de la mansedumbre”, expresó.
El Centro Sofía transmitió -desde su sede- el encuentro sinodal Construyendo puentes norte-sur para la comunidad de la Universidad del Sagrado Corazón.