Se confirieron dos grados honoríficos durante el acto.
Por Comunicaciones Integradas
1,039 grados académicos fueron conferidos por la Universidad del Sagrado Corazón durante su Octogésima Tercera Colación de Grados este domingo 12 de junio, en el campo de fútbol sagradeño.
“Esta clase fue nombrada Solidarios 2022, pues -durante su camino universitario- los(as) graduados(as) alcanzaron sus metas académicas, mientras crecieron como líderes solidarios», expresó Gilberto Marxuach-Torrós, presidente de Sagrado. «La Clase 2022 es ejemplo vivo de la misión de Sagrado: formar personas comprometidas con la construcción de una comunidad solidaria en la justicia y paz”, agregó.
Ante sus familiares, amistades y la comunidad universitaria desfilaron los ahora graduados de la Escuela de Artes, Diseño e Industrias Creativas; el Departamento de Administración de Empresas; la Escuela de Salud y Ciencias; la Escuela de Comunicación Ferré Rangel; y la Unidad de Educación General.
«Ser solidario está en la esencia de los(as) sagradeños y sagradeñas. Desde sus inicios, en 1880, nuestro proyecto educativo abrazó la solidaridad como su valor principal. Sus fundadoras -las religiosas de la Sociedad del Sagrado Corazón- demostraron ser solidarias al ofrecerle, voluntaria y gratuitamente, educación a las niñas más necesitadas”, agregó Marxuach-Torrós.
Por su parte, la graduanda Isabelle Canals Olivencia, de la Escuela de Salud y Ciencias, tuvo a su cargo un mensaje anecdótico e inspirador en representación de la Clase Solidarios 2022: “No importa dónde estemos, siempre llevaremos con nosotros las memorias aprendidas en esta lomita de Santurce”.
Confieren grados honoríficos
Durante la Graduación 2022, la universidad confirió dos grados honoríficos: un doctorado honoris causa en Artes al saxofonista Miguel Zenón y un reconocimiento como profesor emérito a Nelson Hernández Román.
“Ambos se han destacado por su compromiso de legar una mejor sociedad mediante sus acciones en beneficio de las nuevas generaciones. Su integridad moral, aportación intelectual y capacidad de trascender en sus ejecutorias, ha llevado a que se les confieran los más altos honores por parte de la Universidad del Sagrado Corazón”, puntualizó Marxuach-Torrós.
Hablan los(as) graduados(as)
Por Liz Yanira Del Valle, colaboradora de inSagrado
La revista inSagrado recogió la emoción de seis solidarios(as):
– Ángel Martínez Maldonado, graduada de bachillerato en Teatro
“En Sagrado descubrí mi potencial y madurez. Entré a la universidad pensando en el vacilón, y de ahí a hoy, doy fe de mi transformación. Celebro la mitad del logro, pues -ahora- estudiaré otro bachillerato en Comunicación Estratégica, en Sagrado», dijo.
– Wendy Rivera, graduada de bachillerato en Comunicación General
“Sagrado era un sueño ‘imposible’ para mí, pues me decían que era costoso. Entré con tres becas, bajo muchos sacrificios. Yo tomaba pon desde Morovis, y poco a poco fui venciendo mi timidez. El Centro Sofía me abrió las puertas, ayudándome en mi desarrollo. Hoy por hoy, soy su manejadora de redes sociales bajo un contrato de AmeriCorps VISTA», expresó.
– Alondra Paola Torres Matos, graduada de bachillerato en Contabilidad
«Entré a Sagrado mientras residía en un hogar del Departamento de la Familia. Logré hospedarme y gracias al Programa de Apoyo al Estudiante (PAE), superé asuntos complicados. El concepto de qué es una familia lo adquirí aquí, en Sagrado. La muerte de mi padre, en 2014, me afectó mucho. Un día como hoy, 12 de junio, cumpliría años. Mi diploma es para él», sostuvo.
– Randall Báez Reyes, graduado de bachillerato en Enfermería
«Graduarme me trae alegría, porque estudiar en tiempos de pandemia y virtualidad no es fácil. Los estudios de un enfermero requieren de acercamiento a un paciente. Tenemos una responsabilidad sobre la vida y el prójimo, debemos dar amor y cariño además de cuidados», aseguró.
– María Ruiz Oliveras, graduada de bachillerato en Educación
“Sagrado es mi casa. Mi madre trabaja aquí y mi padre es profesor retirado de la institución. Aquí estudiando mi bachillerato pasé mi embarazo y dos operaciones. Mi bebé ya tiene 3 años y estoy feliz de conseguir este logro. Aspiro a establecer un centro de cuido preescolar», detalló.
– Elsa Iris Lebrón, graduada de maestría en Escritura Creativa
“Soy una maestra bibliotecaria que -cuando se acercó la hora del retiro- no le di paso al estancamiento a mis 60 años. Esta maestría me sirvió para superar la depresión relacionada al deterioro de salud de mi madre y mío. Ya ves, utilizo un andador porque soy paciente de artritis reumatoide. Las articulaciones de mis rodillas están afectadas, pero no impidieron que llegara hasta aquí”, concluyó.