La Profa. Alba Brugueras Fabre, del Departamento de Administración de Empresas, comparte su experiencia de verano en el curso SOC 390.
Por Profa. Alba Brugueras Fabre
Administración de Empresas
Durante el verano 2019 tuve la oportunidad de dictar el curso Sostenibilidad, iniciativas comunitarias e innovación SOC 390, disponible a todos los estudiantes, y que contó con la matrícula de jóvenes procedentes de la Universidad de Notre Dame. La experiencia de verano diseñada y organizada por la Dra. Sylvia Álvarez, en colaboración con la Profa. Carmen Chazulle, directora del Centro de Vinculación Comunitaria, y la coordinación de la Dra. Migna Rivera, brindó la oportunidad de explorar diversas situaciones socioeconómicas del País.
Durante este periodo los alumnos, de diversas disciplinas de estudio como biología, premédica, ciencias políticas, economía, estudios de la paz, entre otras, mostraron un interés genuino en temas que se ven plasmados en las comunidades, y en los problemas sociales, económicos y ambientales que se viven en la isla. Asimismo, mostraron interés por el español, nuestra cultura, la gastronomía, las playas y por las bellezas naturales de Puerto Rico.
En la primera parte del curso, los participantes estuvieron expuestos a diferentes experiencias de campo, como por ejemplo visitas a los sectores que componen la Península de Cantera, las comunidades alrededor del Caño Martín Peña (el G8), y el pueblo de Adjuntas. También, exploraron temas de sostenibilidad e innovación social.
Estas visitas fomentaron un proceso de reflexión, comparación y análisis crítico sobre las comunidades, las iniciativas y sobre Puerto Rico, en particular, luego del paso de los huracanes del 2017 y de la crisis económica en la que nos encontramos sumergidos.
También compartieron con miembros de las comunidades, directivos de las organizaciones no gubernamentales; tales como Proyecto Enlace, Casa Pueblo, HOPE, integrantes de la legislatura, personal técnico y experto en relaciones con las comunidades, cabildeo, cambio climático y profesores de diversas disciplinas, entre otros. En este proceso, los futuros profesionales expresaron diversos sentimientos, como coraje, desilusión, tristeza, empatía, ánimo y, esperanza. En fin, una mezcla de emociones encontradas.
Por otro lado, en la segunda parte del curso, cabe destacar los diversos talleres diseñados para completar el diagnóstico. Además de la lectura de materiales didácticos y audiovisuales, el análisis llevó a los jóvenes a realizar una valoración de lo observado, entrando así con profundidad a los hechos y datos. Luego, continuaron la búsqueda colectiva de una posible solución para el problema identificado, y realizaron un análisis riguroso de viabilidad, impacto, seguimiento y evaluación. A su vez, los estudiantes validaron las competencias que desde un inicio buscaban fortalecer, y reflexionar sobre cómo se sintieron con estas vivencias.
Como reza en el prontuario del curso, los asuntos discutidos estaban enfocados en cómo las comunidades se movilizan para generar cambios y buscar la solución de los diversos problemas que enfrentan. Esta participación ayuda a los ciudadanos a reimaginar su realidad, a formarse en nuevas destrezas y a desarrollar iniciativas comunitarias, de impacto económico, social y ambiental para mejorar sus condiciones de vida.
De igual modo, la experiencia académica se enfocó en la discusión de los temas sobre el desarrollo sostenible, la economía circular y solidaria, el cambio climático, la innovación y el emprendimiento social, desde una perspectiva teórica y práctica, y la comprensión de diferentes proyectos comunitarios. Mediante el análisis crítico, buscaron profundizar en las complejidades que enfrentan las comunidades en áreas como la economía, la distribución del ingreso, la educación, los cambios sociales y el medio ambiente.
Esta clase ejemplifica claramente que, a través de la participación ciudadana, de forma ordenada, organizada y enfocada en el bienestar de todos, se puede comenzar a subir el escalón para lograr la sostenibilidad y el desarrollo de nuestras comunidades, y, por tanto, nuestro propio desarrollo. Estas vivencias son muestra del compromiso de nuestros estudiantes, nuestra facultad y de la Universidad del Sagrado Corazón con el bienestar de nuestro entorno y con el desarrollo de la isla.
Estoy convencida que mientras hablemos de estos temas, nos involucremos más en nuestras comunidades y participemos en la búsqueda de soluciones en y dentro del salón de clases, caminaremos hacia una mejor sociedad para todos; un curso a la vez.
Esta es la primera parte de una serie de notas sobre la experiencia de verano Sostenibilidad, iniciativas comunitarias e innovación. El desarrollo del curso contó con la asistencia y el apoyo de las profesoras Zulma Latorre, Reina Delucca, Winnie Pérez, Marta Almeyda, y el profesor Lcdo. Jesús Rivera Delgado. La Sra. Iris Núñez del Centro Pastoral Universitaria, el Centro de Vinculación Comunitaria (CVC), el Proyecto Enlace y la Corporación de la Península de Cantera para la coordinación de las visitas de campo. También, contó con el apoyo de unidades como la Oficina del Presidente, Admisiones, Comunicaciones Integradas, Radio Activa, Programa de Movilidad Estudiantil, y los choferes Charlie Sánchez y Orlando Huertas de la Oficina de Transportación, quienes fueron claves para el éxito de este curso.