En la segunda parte de la serie Sostenibilidad, iniciativas comunitarias e innovación, la Profa. Alba Brugueras Fabre, nos habla sobre la importancia de la participación ciudadana desde y fuera del salón de clases.
Por Profa. Alba Brugueras Fabre
Departamento de Administración de Empresas
La discusión de temas entorno a la economía, el desarrollo sostenible y la innovación como un proceso de solución de problemas, cada vez se hacen más imperativos en el salón de clases.
El curso SOC 390, ofrecido en el verano 2019, en el cual Sagrado participó de una interesante experiencia de intercambio sociocultural con un grupo de jóvenes de la Universidad de Notre Dame, enfocó la discusión de estos temas partiendo de iniciativas comunitarias existentes alrededor del Caño Martín Peña, la Península de Cantera y Adjuntas. Es decir, de la organización y participación de la comunidad en la toma de decisiones y el manejo de su entorno. Ahora bien, este curso, también sirvió de vehículo de movilidad y de despertar de la conciencia de todos a través de la participación ciudadana.
La participación ciudadana es un elemento importante para la búsqueda de alternativas de desarrollo en las comunidades. Es en este momento que se establece una relación estrecha con la comunidad y sus diferentes grupos de interés, y su propósito es hacernos oír, sentir, y construir juntos un mejor estado de la sociedad.
Una forma de participar es a través de la identificación de problemas y necesidades, para lograr su integración en la definición de políticas públicas, iniciativas o proyectos de desarrollo. La importancia de la participación ciudadana radica en qué podemos hacer como ciudadanos para llegar a las instituciones y demandar sobre nuestras necesidades.
Los ciudadanos podemos participar desde el proceso de identificación de necesidades, formulación de proyectos, ejecución, evaluación y seguimiento aportando de acuerdo con nuestras posibilidades; en este caso desde el salón de clases. Es este el escenario donde se construye y se reconstruye la identidad, los valores, y constantemente los mecanismos prácticos de participación ciudadana.
Asimismo, cabe destacar que la gestión de las organizaciones, el gobierno, la academia y lo que ocurre dentro del mercado es primordial para el desarrollo de la conciencia colectiva, y puede ser considerada como parte de las innovaciones y de los movimientos genuinos y sostenibles. Hoy más que nunca, y desde nuestro salón de clases, nos encontramos en el momento perfecto para generar valor y cambio para todos. Probablemente algo más que la conciencia; es más el imperativo de conocernos, que nos obliga también a crear cambio y lo que lleva implicado cuando reconocemos de nuestra existencia, lo que somos, y lo que exigimos. De esta forma, sabremos a dónde queremos ir.
¿Cómo podemos transformar el salón de clase en ambientes para construir una mejor sociedad? Esta transformación tiene que alcanzar un alto nivel de motivación y liderazgo de nuestros estudiantes, enlazando currículo, valores y la realidad de nuestro entorno. Es aquí donde se desarrollan ciudadanos y ciudadanas con la capacidad de involucrarse en la sociedad, defender los derechos humanos, traspasar las estructuras del salón de clases y crear espacios de confianza, diálogo, aceptación, respeto, reflexión, solidaridad, viviendo experiencias significativas.
Nuestra universidad ha sido pionera en el aprendizaje solidario, mediante de la creación del Centro de Vinculación Comunitaria, el Centro para el Voluntariado y el Centro de Pastoral Universitaria, y desarrollando currículos de aprendizajes no tradicionales; pero también a través de una facultad consciente de su entorno, y capaz de aportar y transformar la sociedad desde el salón de clases y desde sus diferentes disciplinas. Esto es lo que ven y sienten nuestros futuros profesionales.
Los dejo con lo que planteé a los estudiantes al finalizar nuestro curso de verano. Los próximos pasos son definitivos para todos los que participamos de esta sociedad. Tenemos que:
- repensar la misión de las organizaciones, qué significa vivir juntos, el trabajo, la cocreación y la gestión de los recursos,
- buscar un nuevo diálogo que establezca corresponsabilidades sociales, y
- promover un mercado consciente y responsable.
Nos toca hoy.
Esta es la segunda parte de una serie de notas sobre la experiencia de verano Sostenibilidad, iniciativas comunitarias e innovación. El desarrollo del curso contó con la asistencia y el apoyo de las profesoras Zulma Latorre, Reina Delucca, Winnie Pérez, Marta Almeyda, el profesor Lcdo. Jesús Rivera Delgado y la Dra. Marisel Moreno, coordinadora de la Universidad de Notre Dame. La Sra. Iris Núñez del Centro Pastoral Universitaria, el Centro de Vinculación Comunitaria (CVC), el Proyecto Enlace y la Corporación de la Península de Cantera para la coordinación de las visitas de campo. También, contó con el apoyo de unidades como la Oficina del Presidente, Admisiones, Comunicaciones Integradas, Radio Activa, Programa de Movilidad Estudiantil, y los choferes Charlie Sánchez y Orlando Huertas de la Oficina de Transportación, quienes fueron claves para el éxito de este curso.