Voces del Caño | Cuando se tiene “más allá que acá”: la historia de una migrante que vive para servir | inSagrado

Voces del Caño | Cuando se tiene “más allá que acá”: la historia de una migrante que vive para servir

Este perfil periodístico forma parte de una serie y surge como resultado de las experiencias de aprendizaje en servicio, realizadas en el curso PER 223: Periodismo Narrativo, impartido por la profesora María de los Milagros Colón Cruz, en colaboración con el programa de Vinculación Comunitaria de Sagrado y el Proyecto ENLACE del Caño Martín Peña.

Por Corayma Torres
Estudiante de Periodismo

Escuela de Comunicación Ferré Rangel

Francisca Feliz Arias no imaginó que, a su edad, su vida giraría en torno a cuidar de su esposo en un país que considera su segundo hogar. Desde que dejó atrás su natal República Dominicana hace casi dos décadas, ha aprendido que la verdadera fortaleza no abunda en lo fácil, sino en cómo enfrentar lo inesperado.

A sus 80 años, Feliz Arias mantiene la misma energía y disposición de ayudar que tenía cuando trabajaba como enfermera en República Dominicana. Su prioridad sigue siendo ayudar a los demás, como lo demuestra su constante dedicación a su esposo y su afirmación: “siempre he sido de dar la mano al que lo necesita. No conozco otra forma de ser”. 

Aunque la vida en Puerto Rico no es como la imaginaba al llegar hace 18 años, Francisca sigue adelante, guiada por su sentido de propósito y servicio. 

Nació en San José de Ocoa en el sur de la República Dominicana, pero fue en Sabana de la Mar, en la costa este, donde creció y formó su esencia y carácter. En esos días, su vida marchaba entre el hogar donde cuidaba a su madre y el hospital donde trabajaba como enfermera. “Siempre estaba activa moviéndome de un lado para otro”, recuerda. 

La decisión de emigrar a Puerto Rico fue difícil. “Tengo más allá que acá”, expresó con un suspiro, como lanzando al aire su anhelo de todo lo que dejó atrás en su tierra natal. Pero la oportunidad de brindar una mejor educación y una vida más cómoda a sus hijos fue su motivación.

“Mi hermana ya vivía aquí, así que el proceso fue más llevadero”, explicó. Feliz Arias llegó con residencia en mano, como ella misma lo contó, una ventaja que le permitió omitir dificultades que muchos otros migrantes enfrentan.

Cuando llegó a Santurce, veía a Puerto Rico como un lugar próspero, mejor que la República Dominicana. “Pensaba que, al ser parte de Estados Unidos, tendría todo. Pero la realidad no es tan sencilla”, reflexiona. La percepción de Puerto Rico ha cambiado para ella. Siente que el país ha permanecido igual o incluso peor en algunos aspectos durante los últimos 18 años. 

El mayor desafío ha sido la falta de transporte público accesible. “En la República Dominicana, en todos lados hay transporte. Aquí es más complicado moverse”, comenta.

La vida de un inmigrante en Puerto Rico puede percibirse complicada, y Francisca lo vivió en carne propia en un autobús hace algunos años atrás. Un hombre puertorriqueño se quejaba pública y abiertamente de la presencia de dominicanos, alegando que venían con el propósito de quitarle trabajos y beneficios. Francisca, firme en su esencia y carácter, recuerda que respondió con seguridad:

“Dios hizo el mundo para todos y la sangre que corre por nuestras venas es del mismo color”. 

Para ella, estas situaciones no definen a toda la sociedad puertorriqueña, pero sí son recordatorios de lo que los inmigrantes aún enfrentan. “Siempre he creído que lo importante es ayudar y hacer el bien, sin importar de donde uno venga, y sin esperar nada a cambio”, expresó. 

Hoy, Francisca pasa sus días cuidando a su esposo, recordando los años que dedicó a cuidar ancianos. “Quisiera que me recordaran como alguien que siempre estuvo dispuesta a ayudar sin pedir nada a cambio”, indicó. 

Con la mirada al pasado y al futuro, reconoce que la vida en Puerto Rico no es la misma que cuando llegó, pero no se arrepiente de su decisión. “He cumplido con lo que vine hacer, le di oportunidad de una vida mejor a mis hijos trayéndolos a Puerto Rico, y eso es lo que importa”, finaliza.

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