La egresada y profesora, Arelis Marrero González, afirma que Sagrado la preparó para emprender en el mejor proyecto de vida: su familia.
Por Liz Yanira Del Valle
Colaboradora
Nota: Este es el quinto artículo de una serie especial con motivo del 140 aniversario del proyecto educativo Sagrado Corazón.
En una gira escolar se enamoró. El amor fue el campus de la Universidad del Sagrado Corazón. Tenía 8 años de edad y su mundo era el entorno familiar-vecinal que le rodeaba en su pueblo natal, Corozal. Sin embargo, lo que vio en aquella excursión le maravilló de manera tal que desde ese momento, Arelis Marrero González quiso ser sagradeña y no se equivocó.
La actual profesora de la Escuela de Comunicación Ferré Rangel relató a InSagrado que su madre cooperó con sus deseos, ya que es devota del Sagrado Corazón de Jesús, a quien oró por el futuro académico de su hija.
“Ya en grado 11 participé del Congreso de Líderes en Escuela Superior, donde conocí al doctor José Jaime Rivera, expresidente de Sagrado. Fui bien orientada sobre las becas de estudios que ofrecían. Solicité una pero cualifiqué para otra mejor, la Beca FEE, que permitió cubrir los gastos de mis estudios de bachillerato iniciados en el 1997. Me hospedé en la Residencia y desarrollé una linda relación con la hermana Socorro Juliá”, recordó la comunicadora, quien en el año 2002 obtuvo el grado de bachillerato en Periodismo.
Profesora Arelis Marrero González
Tampoco olvida a su patrocinadora, Elena Hernández, una antigua exalumna “muy cariñosa y amable” que colaboró con su beca.
Según Marrero, en esos años de estudios subgraduados participó del noticiario diario que se producía en TeleSagrado, colaboró como correctora en la Escuela de Comunicación y completó un internado en la Puerto Telephone Company.
Ya graduada, la sagradeña entraría al mundo profesional colaborando con un relacionista para luego pasar a trabajar con la Asociación de Maestros de Puerto Rico. Marrero regresaría en el 2005 a su alma mater a estudiar una maestría en Educación con especialidad en Sistemas de Instrucción y Diseño Instruccional. “El trabajo en la Asociación de Maestros me estimuló en otros intereses y campos de estudio, razón por la cual opté por diversificarme para entrar en Educación”, agregó.
El grado de maestría lo concluyó en el 2010, pero además de ya tener un hogar se había incorporado al equipo laboral sagradeño.
“Comencé labores en el 2005 en la Oficina de Exalumnos como ayudante de la directora, luego fui gerente de servicios administrativos de la Escuela de Comunicación Ferré Rangel, más adelante dirigí la Oficina de Exalumnos, luego pasé a la Oficina de Gestión Académica, y hace año y medio decidí quedarme como profesora a tiempo parcial”, resumió.
Profesora Arelis Marrero González
La pregunta es inevitable: ¿por qué reducir la marcha ante una exitosa carrera profesional? En la respuesta de Marrero llega la historia de Extra Especial. Ella no ha reducido ninguna marcha, solo que el enfoque y las prioridades son otras. Ahora es madre de Juan Pablo, de 12 años; David Alonso, quien tiene 10 años, y la pequeña María Isabel, de 3 años. Precisamente la querendona de la casa es una bendición muy especial para toda la familia. La hija menor de la profesora vive con Síndrome Down, asunto novel para todos en el hogar.
Uno de los retos de María Isabel es el trabajo de su desarrollo motor. Con más de un año, la niña no podía manejar las muñecas que tenía. Ahí entró el ingenio de su madre, quien se crió con una mamá costurera. Fue así como Arelis Marrero creó una muñeca de tela pequeña y liviana satisfaciendo las necesidades de su benjamina.
De ahí nació su microempresa y actual sustento principal, Extra Especial, cuyo nombre alude al cromosoma extra de María Isabel y a todos los infantes especiales que adquieran sus confecciones.
“Extra Especial nació orgánicamente en el 2018, con un unicornio y una balerian. Poco a poco, la familia y los amigos fueron encariñándose de las muñecas de María Isabel y comenzaron a pedir las suyas”, explicó la ahora emprendedora.
La educadora resaltó que en estos tres años, junto a su esposo e hijos, ha tratado de aprender sobre el Síndrome Down y el tema de la inclusión, por lo que desea que Extra Especial evolucione como una plataforma para compartir lo que está aprendiendo.
“Podemos ser felices y agradecidos no importa lo que tenga su hijo”, enfatizó Marrero, quien no deja de recordar que extraña mucho sus jornadas en la universidad, ya que ahora imparte cursos en línea desde mucho antes de la pandemia.
“Sagrado es mi casa, una parte demasiado importante en mi vida. Aunque extraño mucho recorrer sus pasillos, visitar su capilla diariamente y saludar a tantos amigos que llevo en el corazón, mis experiencias allí me formaron y me prepararon para emprender en el mejor proyecto de vida: mi familia”, concluyó.
Arelis Marrero González, profesora de Sagrado y emprendedora