Desde la diáspora, Eliezer Lappots cuenta cómo su organización, «Horizontes de Salud», ha beneficiado a los más desventajados.
Por Liz Yanira Del Valle
Colaboradora
En República Dominicana hay un orgullo sagradeño que ve, siente y trabaja más allá del horizonte.
Eliezer Lappots Abreu, egresado del bachillerato en Estudios Internacionales de Sagrado (2016), es el director ejecutivo de Horizontes de Salud. Esta organización sin ánimos de lucro tiene como misión ayudar a mejorar la salud comunitaria mediante el fortalecimiento de los servicios de atención primaria en el vecino país.
Según el también doctor en Derecho Internacional, la entidad establecida desde el año 2009 ya ha beneficiado a cerca de 1.2 millones de personas a través de programas combinados.
“Somos la única organización en el país -junto al Ministerio de Salud Pública- especializada en el abordaje de enfermedades crónicas, tales como la diabetes, la hipertensión, el asma, las enfermedades cardiovasculares, las enfermedades respiratorias, el cáncer, el VIH, entre otras enfermedades crónicas no transmisibles y transmisibles desde el enfoque comunitario”, explicó.
El doctor Lappots y su equipo laboran desde la perspectiva del desarrollo y la cooperación internacional, los derechos humanos, la justicia social, así como el acceso a la educación, a la vivienda sostenible y a los recursos naturales.
“Hemos construido un modelo de salud inclusivo, donde colocamos a la comunidad como un vehículo de cambio social, de autogestión y sostenibilidad, participando activamente en la toma de decisiones con respecto a su desarrollo”, expresó el joven profesional, quien en Sagrado presidió la Asociación de Estudios Internacionales y fundó la Asamblea de Relaciones Exteriores.
“Nuestra actividad programática incluye desde el empoderamiento de promotores de salud para ofrecer servicios de atención primaria en la comunidad, la entrega de medicamentos, el referido a especialistas, la consulta mensual con un médico familiar, hasta la conformación de grupos de apoyo para la educación y prevención en salud, el fortalecimiento de los sistemas de atención primaria y proyectos de desarrollo relacionados a la construcción de filtros de agua en las comunidades remotas, proyectos de higiene, vivienda sostenible y huertos caseros. Nuestros servicios no tienen ningún costo para el paciente”, detalló.
Ante la pandemia, Horizontes de Salud creó el Covid-19 Relief for Vulnerable Communities, una iniciativa que busca garantizarle a las poblaciones desventajadas el continuo acceso a los cuidados esenciales durante este periodo inusual.
De acuerdo con Lappots, se distribuyeron Care Kits -una barra antibacteriana de jabón, mascarillas, una botella de desinfectante de manos y un folleto con información sobre coronavirus- para 300 familias en Montellano, República Dominicana. Además, diseñaron un sistema de monitoreo para COVID -19 digitalizado y una línea telefónica interna de emergencia para identificar pacientes que presenten síntomas. Lo anterior, les permite conectarse con el personal del Ministerio de Salud Pública del país. A su vez, impartieron talleres sobre el virus para los trabajadores de la organización, entre otros esfuerzos.
Igualmente, han implementado acuerdos de colaboración con instituciones gubernamentales y comedores sociales para realizar entregas semanales de paquetes alimentarios y suplementos nutricionales, tales como proteínas, vitaminas y minerales.
Para este sagradeño, el COVID-19 “amplifica las brechas de pobreza y acceso a recursos en países en vías de desarrollo”.
En su vida personal, Lappots, de madre dominicana y padre brasileño, ha luchado aguerridamente contra el cáncer, asunto que le inspira a continuar con su labor. La primera etapa de diagnóstico la vivió siendo estudiante de Sagrado.
“Con fe y el apoyo de personas increíbles que me rodearon, como mis profesores y mis compañeros en Sagrado, me levanté”, recordó este defensor de los derechos humanos, quien trabajó en países como Venezuela, Brasil, Cuba, República Dominicana, Burkina Faso, Ghana, Somalia, Guatemala, Nicaragua, Perú, India, entre otros.
“Definitivamente, mi querida alma máter fue un espacio que me permitió no solamente desarrollar mis destrezas, sino también conocer mi lugar en el mundo y cómo quería usar mi plataforma y mi conocimiento para alzar las voces de las personas que están viviendo en vulnerabilidad política, social, económica y cultural”, agregó.
Desde la diáspora, Lappots anhela en un futuro no tan lejano contribuir con un proyecto de salud en las comunidades de Puerto Rico.