Colombia; entre arte y sueños cumplidos | inSagrado

Colombia; entre arte y sueños cumplidos

Natalia Santiago, fue parte de un grupo de estudiantes que participó del Festival Gabo, en Colombia

Un grupo de sagradeños asistió al Festival Gabo en Medellín, Colombia. Foto por Yaritza Alicea

Por Natalia Santiago Pérez
Estudiante de Periodismo

“Esto era un sueño que yo no sabía que tenía”, fueron mis primeras palabras al pisar la ciudad de la eterna primavera, Medellín.

Colombia, el país del vallenato, la bandeja paisa y la casa de Carlos Vives, nos recibió con una cálida brisa para formar parte del séptimo Festival Gabo, cumbre de periodismo que reúne anualmente a miles de periodistas y comunicadores para aprender y celebrar las mejores historias de Iberoamérica.

Durante tres días intensos, algunos con lluvias pero todos con café en mano, pude aprender y enamorarme más de la profesión que escogí.

Natalia pudo compartir con diferentes colegas periodistas durante el Festival. Foto por Yaritza Alicea

El Jardín Botánico de Medellín fue el punto de encuentro donde se compartieron experiencias, se debatieron los oficios del periodista y se exploraron las nuevas formas de narrar historias.

Uno de los momentos que más me impactó fue la charla sobre el evidente cambio climático y su efecto en el conocido pulmón del mundo, El Amazonas. En , “¿Por qué arde la selva?”, dirigida por los colombianos Martin Von Hildebrand y Carlos Castaño-Uribe educaron y alertaron a los presentes sobre que lo que está ocurriendo no es un fuego forestal natural, sino que la selva se quema porque la tala de arboles no permite que esta adquiera sus niveles normales de humedad.

A esto, le sumó el tema de la violencia en Colombia. En los años 80 y 90, la ciudad vivió una época de terror. Durante “Medellín cuenta su historia” periodistas que cubrieron estos hechos conversaron sobre el rol de la profesión en esos años, las lecciones que aprendieron y cómo lo ocurrido transformó la cultura social y periodística en Colombia.

En ese periodo muchos periodistas fueron asesinados por orden de Pablo Escobar, mientras que los que se encontraban en la sala de redacción tenían que continuar su labor a la vez que asimilaban el asesinato de un conocido.

En ese entonces hasta se me llegó a olvidar la estructura periodística porque en la mañana reportaba muertes y en la noche deportes. Nadie te prepara para narrar y explicar cómo desmembraron un colega para luego narrar los resultados de un partido de fútbol”, relató Carlos Mario Correa,  quien trabajó en el periódico El Esplendor en esa época y recalcó lo difícil que fue mantener la compostura ante el miedo que sentía.

Pero Colombia es más que una tierra con un pasado violento. Poco se habla de sus hermosas e imponentes montañas, del peculiar color naranja de sus edificios o el calor de su gente. Tan amables, cariñosos y dispuestos a conocer la isla de Daddy Yankee a través de mí. Una vez escuchaban mi acento, era imposible escaparme de preguntas relacionadas a los artistas del género urbano o de nuestra peculiaridad al evadir la letra r en las palabras, que, al parecer, en las canciones de reguetón es evidente. Desde el primer día me sentí como en casa.

La comida fue uno de los puntos más agradables para las sagradeñas de su visita a Medellín. Foto por Yaritza Alicea

Nada se compara con su gastronomía colombiana. La bandeja paisa, las empanadas, buñuelos, las frituras y los Choclitos (una extraña combinación entre Fritos y Fruit Loops con limón), en fin, en la comida, Colombia no falla.

Se transforma la Comuna13

El día antes de mi partida tuve la oportunidad de visitar una de las comunidades más reconocidas a nivel mundial: La Comuna13. Conocida por ser el lugar donde Pablo Escobar ‘tiraba’ la droga, hoy la Comuna es más que un sitio de descarga.

La comuna se transformó a través del arte. Foto por Yaritza Alicea

Entre ladrillos y escaleras eléctricas, existe una comunidad reinventada a través del arte. Desde el piso hasta el techo, los residentes se han encargado de mostrarle al mundo el talento que tiene su gente con murales coloridos que solo hablan de una cosa: el orgullo que sienten de ser colombianos.

Le acompaña el baile. En medio de la comuna, el grupo Black and WhiteC13 pasa horas deleitando al público visitante con movimientos de hip-hop que los ha llevado a tener reconocimiento mundial.

“La pista es nuestro saco de boxeo” me contó Ángel Reyes, integrante del grupo fundado hace cinco años. Para ellos, el baile es su forma de hacer arte, de cambiar vidas y transformar, en este caso, una comunidad.

Colombia definitivamente es una ciudad mágica, llena de arte e historia y un pueblo que profesa amor constante por el periodismo. Lugar que le da valor a las personas que realizan esta labor tan importante de contar las historias de un país.

Fue una experiencia única que me ayudó a crecer como profesional y a reafirmar el por qué hago lo que hago.

El sueño que no sabía que tenía lo cumplí en Medellín.

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