A raíz del distanciamiento social, la profesora sagradeña Marilia Scharrón reinventa su curso “Literatura Infantil” mediante una página de Facebook.
Por Marilia Scharrón del Río, Ed. D.
Profesora del curso Literatura Infantil
Ante la pandemia de coronavirus que estamos viviendo, son muchísimos los ajustes que hemos tenido que realizar en nuestras vidas personales y profesionales. En este último renglón, la mayoría de los educadores nos hemos enfrentado al gran reto de migrar -en un abrir y cerrar de ojos- de una experiencia originalmente diseñada para ser presencial, a una experiencia de enseñanza-aprendizaje remota.
Ha sido una labor titánica en la que hemos encontrado numerosos retos simultáneos que nos han ocasionado dolores de cabeza y estrés adicional al habitual. Hemos tenido que reinventarnos como educadores y explorar nuevas alternativas, no solo para llegar a nuestros estudiantes sino para que aprendan aquello que queremos enseñar. Esa reinvención nos ha hecho crecer. Y también, en mi caso, me ha hecho disfrutar junto a mis estudiantes.
Como profesora de futuros educadores y fiel creyente del constructivismo, siempre incluyo algún tipo de aprendizaje experiencial en los cursos que ofrezco en Sagrado. Este semestre no fue la excepción. Específicamente en el curso EDU-308: Literatura Infantil, uno de los requisitos consiste precisamente en leerles literatura infantil a un grupo de niños en dos instancias distintas y realizar alguna actividad de respuesta a la lectura en cada una de ellas. De esta forma, los estudiantes desarrollan destrezas de selección de textos para una audiencia específica, habilidades de lectura a niños al tener que ejecutarla ante un público real, destrezas relacionadas al diseño de experiencias de respuesta a la lectura y también habilidades de autoreflexión sobre la experiencia vivida para realizar los ajustes necesarios en ocasiones futuras.
Cuando llegó el momento de comenzar el distanciamiento social me vi en la disyuntiva de si debía continuar con esos objetivos en mente para con mis estudiantes o si debía renunciar a ellos. Decidí continuar y rediseñé la experiencia desde la nueva realidad.
Marilia Scharrón del Río, Ed. D.
Así nació La Cabina: Espacio práctico para la lectura de literatura infantil, una página de Facebook donde los estudiantes del mencionado curso publican vídeos de ellos mismos leyendo diversidad de literatura infantil y proponiendo actividades de respuesta literaria. Si bien es cierto que los alumnos no tienen la respuesta inmediata de un grupo de niños ante la lectura que realizan, sí logro que practiquen la lectura de literatura infantil y puedan, de esta forma, desarrollar y perfeccionar sus destrezas en la lectura de cuentos y otros géneros literarios a niños de edad temprana. Además, he invitado a colegas maestros a que les ofrezcan retrocomunicación constructiva acerca de sus ejecuciones en los comentarios, lo que ha enriquecido aún más el proceso de enseñanza-aprendizaje.
De más está decirles que estoy más que orgullosa del trabajo realizado por mis estudiantes. Ellos se han disfrutado el proceso y yo me he disfrutado sus ejecuciones, viendo cómo crecen. Y mejor aún, muchas familias puertorriqueñas también están disfrutando de esas lecturas en estos momentos difíciles. Solo me queda invitarlos a que visiten la página de La Cabina, para que también vivan la experiencia escuchando, comentando y compartiendo.