Oportunidades de nuestra economía: Los “estamos bien de Puerto Rico” | inSagrado

Oportunidades de nuestra economía: Los “estamos bien de Puerto Rico”

En la segunda parte de la serie Losestamos bien de Puerto Rico”, la Profa. Alba J. Brugueras Fabre, presenta su perspectiva sobre las oportunidades económicas del mercado local.

Por Alba J. Brugueras Fabre
Profesora del Departamento de Administración de Empresas
Presidenta de la Asociación de Economistas de Puerto Rico 

Es conocido que de las crisis surgen las oportunidades, ello principalmente porque nos ofrece la ventaja de repasar los escenarios desarrollados y analizar con detenimiento las acciones tomadas, formular cambios o ajustes a las estrategias y más importante aún recalibrar las prioridades, según sea meritorio. Esta revisión puede ocurrir tanto a nivel microeconómico como a nivel macroeconómico. 

En el caso de Puerto Rico, nuestra economía lleva casi década y media presentando números invertidos de crecimiento económico. Esta tendencia tiene su origen en la desaparición de la Sección 936 del Código de Rentas Internas Federal que propiciaba una importante inyección de capital y la creación de empleos bien remunerados.  Además, presentaba una versátil actividad económica que ayudaba a fomentar el desarrollo en diversos sectores como banca, construcción, y bienes raíces, entre otros.

Los espacios de crecimiento que se presentan para nuestra economía están ligados a una serie de cambios estructurales que la coyuntura histórica actual nos permite articular.  Para esto, también debemos comenzar a pensar, planificar y administrar nuestros recursos de forma distinta. Los cambios que tenemos que hacer son necesarios e impostergables.

Estos procesos requieren redirigir recursos existentes en áreas que proveen poco o ningún beneficio, a zonas donde se pueden maximizar los recursos y obtener beneficios concretos tanto en el corto, mediano o largo plazo.  Entendemos que hay oportunidades en temas relacionados a infraestructura, educación, agricultura, reestructuración del gobierno, e inversión de capital local, entre otras. Veamos entonces algunas de las áreas de oportunidad que debemos aprovechar inmediatamente.

A pesar de la incertidumbre debido a la inestabilidad en el gobierno de Puerto Rico y la suspicacia o trabas del gobierno federal a la asignación de fondos para recuperación, tenemos la oportunidad de establecer un plan para renovar la maltrecha infraestructura del País a través de proyectos de construcción sostenibles y resilientes. 

Debemos tener en cuenta el mejor manejo de recursos como el agua y la protección de las costas como parte de cualquier plan de mejoras a la infraestructura. Lo anterior es imprescindible para fomentar la inversión y la mitigación de riesgo. A través de los nuevos desarrollos de política pública, la reconstrucción del sistema eléctrico y la apuesta por fuentes renovables de energía deben ser una prioridad.  Esto tendrá un efecto directo positivo en el costo de hacer negocios en el País.

Por otra parte, debemos establecer un plan para el readiestramiento de la fuerza laboral, a través del desarrollo de destrezas y competencias necesarias y fortalecer la educación universitaria. Es importante maximizar la investigación, aplicación y el desarrollo como punta de lanza para que la educación postsecundaria atienda las necesidades del País.  

Esta inversión en educación superior debe venir de la mano con un plan a largo plazo que ayude al desarrollo de capital y que fomente la inversión, y la creación de empresas locales formales en actividades diversas como la agricultura, el turismo, los servicios y las nuevas tecnologías. Estas áreas podrían generar productos exportables con gran potencial de éxito en otros mercados.

Los puntos presentados permiten reflexionar acerca del contexto actual y repensar las acciones que hacemos que inciden en las circunstancias que hoy enfrentamos. De hecho, ninguna de estas oportunidades se podrá maximizar si no atendemos los retos económicos que enfrentamos actualmente.

Tenemos que empoderarnos de este proceso y tomar decisiones, algunas muy difíciles, conforme vamos creciendo. Teniendo cada vez más claro, al menos, qué es lo que no queremos en nuestro País. Así como si fuera un rompecabezas; encajando cada pieza.

Y si es desde cero, pues empecemos.


Esta nota forma parte de la serie Los “estamos bien de Puerto Rico”  retos y oportunidades, trabajada por la profesora del Departamento de Administración de Empresas y presidenta de la Asociación de Economistas de Puerto Rico, Alba Brugueras Fabre.

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